10

A primera hora de la mañana, un hombre con dos bolsas llenas de libros llegó a la librería de Andrea. Andrea lo saludó y él respondió el saludo muy educadamente. Ella le preguntó entonces en qué podía ayudarlo y él dijo:
–Estos son libros que me robé de esta librería. Ya los leí, así que vengo a devolverlos.
Pensando que había entendido mal, Andrea le preguntó:
–¿Usted me está diciendo que estos son libros robados y viene a devolverlos? ¿Por qué viene a devolverlos después de tanto tiempo?
–Porque ya los leí –dijo él– Ya no los necesito.
Andrea no sabía qué decirle, no sabía si aquel hombre estaba tomándole el pelo.
–No se preocupe, que están bastante bien conservados –dijo él, muy amablemente, entregándole las bolsas.
Andrea echó una mirada a los libros y calculó que había quince o veinte novelas en cada bolsa.
–Los necesité para no suicidarme cuando me dejó mi novia –dijo él–. Pero ya me enamoré de nuevo. Ya no los necesito.
Luego le dio la mano y se marchó.

Jaime Bayly, Y de repente, un ángel, Planeta, 2005, pp. 46-47

53

Un hombre viejo, de barba y anteojos, llegó a la librería de Andrea, se dirigió resueltamente a la caja, sacó un libro y dijo:
–Quiero que me devuelvan mi plata.
Sorprendida, Andrea le preguntó:
–¿Qué plata tenemos que devolverle, señor?
–La plata que gasté en comprar este libro malísimo en esta librería –dijo él, muy serio, sin levantar la voz.
–Aquí no se pueden devolver los libros, señor –le dijo Andrea–. No es política de la librería devolverle el dinero al cliente si el libro no le gusta.
–No me importa si es política o no es política de la librería –dijo él–. Yo compré este libro por culpa de ustedes y ahora quiero que me devuelvan mi plata.
–¿Por qué por culpa nuestra? –preguntó Andrea.
–Porque yo le pregunté a una de sus vendedoras si esta novela era buena y ella me dijo que sí, que me la recomendaba mucho, que era excelente.
Andrea no dijo nada. El tipo de barba continuó:
–Y la novela es una mierda, oiga usted.
–Cuánto lo lamento –dijo Andrea–. Pero no podemos devolverle el dinero.
–O me devuelve mi plata o les meto un juicio por daños y perjuicios, señorita –dijo él.
–Bueno, está bien, vamos a hacer una excepción, tratándose de usted –dijo Andrea–. La verdad es que a mí también me parece malísima esta novela, así que vamos a devolverle su plata, pero sólo por esta vez.

Ibid., pp. 178-179

***

Anoche me encontré con Na en el Messenger y, como casi siempre, hablamos de libros y escritores. Ambos somos cortazarianos (ella hasta cuando piensa y escribe, yo en sueños), estamos descubriendo al colombiano Andrés Caicedo (ya asumí mi culpa por presentárselo) y nos rendimos ante la poesía de Luchito Hernández (1941 - 1977) Al final quedamos en que le iba a presentar a mis caseritos de Quilca, ya que cuando ella fue a comprar Vox Horrísona, el poemario reimpreso del vate peruano, una de mis caseritas no le rebajó ni un céntimo y, por si fuera poco, dijo desconocerme... Para la próxima tendré que repartir mi tarjeta con mi nombre. ¿Cuál de todas? Buena pregunta.

Anoche, también, luego de una búsqueda tenaz por mis libreros, recovecos y escondrijos, al fin pude reunir algunos libros, editados el presente milenio, que ganaron algún concurso internacional o quedaron finalistas, los que leí en su momento. En torno a su naturaleza divagaré en algún post; quizá me resulte una defensa, quizá no; a lo mejor únicamente consigne los motivos por los que me atraen este tipo de libros “galardonados”. Además, sigue pendiente el post que se centrará en las novelas ganadoras del Premio Alfaguara.

El punto es que durante esa titánica búsqueda, apareció una novela de Jaime Bayly (Lima, 1965) que quedó finalista del Premio Planeta 2005. Sucede que cuando los libros de escritores peruanos son premiados o reconocidos en el extranjero, estos no tardan mucho en ser publicados aquí, como fue el caso de Y de repente, un ángel, el libro de Bayly (quien el día de ayer estuvo firmando su más reciente novela, El cojo y el loco, en una conocida librería capitalina), así que yo no me hago de rogar hasta hacerme con un ejemplar.

Para mí, el nombre de Jaime Bayly siempre estará asociado al de otro escritor peruano, Oswaldo Reynoso (Arequipa, 1931), no por sus semejanzas, que parecen no tenerlas, sino por sus marcadas diferencias en cuanto a estilo narrativo, exposición mediática y postura ideológica. Al menos en dos oportunidades le escuché a Reynoso referirse a los libros de Bayly como “literatura basura”, y en más de una entrevista calificarlo de payaso: “un tipo simpático que hace payasadas”. A Bayly simplemente esto le resbala. 

Particularmente he disfrutado, y lo seguiré haciendo, de ambos escritores. Una buena noticia es la reedición en Argentina de la célebre -espero que ya no sólo a nivel local- novela de Reynoso, En octubre no hay milagros (1965), país hasta donde viajó para su presentación. Enhorabuena por él (aunque no comparta para nada su forma de pensar) y por quienes lo leerán por primera vez e irán descubriéndolo.

De regreso a lo de anoche, a Y de repente, un ángel, con el libro en la mano me dediqué a repasar sus hojas deteniendo la mirada en alguno de sus setenta y ocho capítulos breves, a la espera de que aparezca mi hojita de apuntes. La verdad, no esperaba encontrar en mis anotaciones algún dato revelador acerca de su trama y personajes, menos una cita citable. En realidad nunca existió tal papelito, no porque se me extraviara sino porque no me hizo falta, tal cual me lo esclarecería la última página del libro en donde, ¡horror de los horrores!, con un lápiz a mina escribí los números de cuatro mini capítulos, correspondientes a igual número de anécdotas que le suceden a Andrea, la dueña de una librería y pareja de Julián Beltrán, el narrador protagonista de la novela.

Como ya han podido percatarse, dos de esas anécdotas librescas las he transcrito al comienzo de este post, sin duda un buen complemento a aquellos adjuntos rescatados por Lammermoor que en su momento comentamos. Me refiero a Todos los caminos llevan a Roma I y II. Queda en ustedes identificarse o no con sus protagonistas. Vale reírse.

32 comentarios:

mario skan dijo...

Hola R: te cuento que Caicedo está de moda en baires, en muchos blogs porteños se vieron publicados reseñas, comentarios y películas. No leí nada de Caicedo.
Si tengo el libro de Bayly y de.. un ángel.. lo conseguí en un canasto de saldos de WM a 6 pesos, quiero aclararte que la oferta no se debe a la calidad del libro, otras adquisiciones por poco dinero: Aventuras de la niña mala, la letra e, los buscadores de oro, y la última novela de Pombo ganadora del premio planeta.
Veo que hiciste acopio de libros de Reynoso, qué tal está?

saludos

Maribel dijo...

Hola R.
llego la primera!!, bueno igual tardo en escribir y pierdo el puesto.
Me han encantado las anécdotas de la librería,(me quedo con la primera, que en nuestro caso la excusa sería el plan infinito ¿no?...)

Por cierto si repartes tarjetas con tu nombre, ponme en la lista, jejeje.

Confieso que no he leído a ninguno de estos escritores. Lo que si comparto contigo es la necesidad de balancear mis lecturas ( creo que te planteabas leer Los Buddenborok de Thomas Man, ¡hazte con él! ), por lo que estos autores quedan a la espera ;-(

Pero si crees que tus recomendaciones no calan en el Guisante, date una vuelta a buscarte en la foto!!

Acabo de terminar Historia de un mal año de Coetzee, y buscaré algo más del nobel sudafricano, ¿un pista?

Veo que estás leyendo La sombra de Poe, nosotros ( esta vez a duo) leímos El club Dante, aunque lo hicimos en demasiadas etapas...

RebecaTz dijo...

Hola, R., que mal está eso de que un libro premiado no se publique de inmediato en su país de origen.
Por cierto que todavía no leía la entrada completa cuando ya estaba escribiendo en un cuadernillo -para recomendaciones importantes- el libro de Bayly.
Anotaré también los consejos prácticos para escribir detalles relevantes en la última página del libro. :)

Vaya que son jugosas tus entradas. ¡Un saludo!

Anónimo dijo...

Pues me han encantado los fragmentos de Bayly, especialmente porque fuí librera durante 8 años y pico y me identifico mucho, además de que me encanta la forma en que lo cuenta, nunca he leído algo de él, pero desde luego, me parece fantástico.

david dijo...

Esos libros de Luis Hernandez yo tambien los tengo :D. Hay una recolección de algunas de sus libretas en la página de la pucp. Dejo el enlace.

http://www.pucp.edu.pe/biblioteca/luis_hernandez/lh_flash.html

loquemeahorro dijo...

A mí también me han gustado los párrafos de la librería, y me han recordado que una amiga mía, en el instituto tuvo (la poca vergüenza) de comprar una obra de teatro (lectura obligatoria), leerla y devolverla al día siguiente, dando una excusa.

Sí, que un autor sea publicado en su propio país, cuando ha recibido algún reconocimiento en el extranjero, es como mínimo vergonzoso.

No sigo comentando cosas, aunque efectivamente tus entradas dan para muchas reflexiones.

R. dijo...

Mario: Hasta ahora sólo he leído un par de libros sobre/de Caicedo: Mi cuerpo es una celda, de Fuguet, y Calicalabozo (cuentos). De momento, me siento atraído por su vida antes que por sus ficciones. A ver cómo me va cuando ahonde en su faceta de cinépata.
Recuerdo haber encontrado en un supermercado Ventanas de Manhattan, de Muñoz Molina, a la cuarta parte de su valor, siendo su calidad incuestionable. En cuanto a la novela de Bayly, ya nos comentarás cómo te fue con su prosa "ágil y amena" (según sea el caso, ese par de palabritas dicen mucho, poco o nada).
A Oswaldo Reynoso se lo lee en algunos colegios, especialmente su primer libro de relatos: Los inocentes (1961). Yo sigo su exigua obra desde que lo descubrí. Algunos de sus libros de corta extensión podrían calificarse de poéticos.

Maribel: Ayer mismo me di una vuelta por El Guisante. Ya me estaba perdiendo ese sensacional post, si no fuera por tu aviso. Ojalá que cuando den cuenta de todas esas lecturas, en la próxima foto vea algún libro de escritor peruano. ¿Podría ser uno de Bryce? ;)
Yo también leí El club Dante, más que nada por asociación de recuerdos. Me atrajo su título porque me remitía a un antiguo proyecto inspirado en el infierno dantesco. Otras épocas, sin duda.
En cuanto a La sombra de Poe, dos días sin leer nada de nada me han hecho volver atrás algunas de sus páginas, ya que exige estar pendiente hasta del mínimo detalle.
En cuanto a las tarjetas, te separo una de cada una. ;)
Creo que tengo que comprarme otra balanza libresca...

Andrómeda: Creo que no me hice entender. Acá sí se apuran en publicar los libros de escritores peruanos que han ganado algún premio o reconocimiento en el extranjero. Si la editorial no imprime sus libros aquí, pues lo hace mediante coediciones, como fue el caso de la novela ganadora del Herralde 2005 (La hora azul, de Alonso Cueto) y la finalista del 2008 (Un lugar llamado oreja de perro, de Iván Thays).

Estodevivir: Bayly es todo un personaje mediático en este lado del charco, y al menos tiene un libro que no dudaría en recomendar: Los últimos días de La Prensa.
Si te provoca seguir leyéndolo, aquí puedes encontrar su columna semanal en un diario local.

Davidz: ¡Gracias por el enlace!
Te cuento que me ganaron por puesta de mano La armonía de H a un muy buen precio en Quilca. A ver si algún me vuelvo a topar con ese libro, pero a ese costo, je.

Loquemeahorro: Una vez estuve a punto de hacer lo que hizo tu amiga. En realidad he hecho cosas peores... ¡Broma!
Lo que sí no me vas a negar, es que uno puede leerse un librito completo haciendo uso de los servicios de la cafetería de cualquier librería decente (leer y comer, vaya combinación), y al final salir doblemente satisfecho, pero a mitad de costo, je.

Gracias a todos por pasar y comentar.
Nos seguimos leyendo,
R.

Homo libris dijo...

¡Buenas!

Me han gustado mucho los fragmentos que nos dejas, en particular el de los libros robados. Casi peor que la amiga de Loque, yo conocí a una persona que una vez, para entregar un trabajo de la Universidad, compró una memoria USB (un pendrive, vaya), grabó el trabajo, lo llevó y después fue al lugar donde lo había comprado para devolverlo... En fin, más que picaresca, yo lo llamaría cara dura :)

Aparte de los fragmentos, me ha llamado mucho la atención lo de Caicedo, por tu "cortazarianismo" y cómo nos lo presentas. Tendré que echarle un ojo.

Saludos.

Leox dijo...

Yo me quedo con el parrafo de la pagina 53 . Me hubiera gustado hacer eso con el viajero del siglo de Neuman.
Bayly , es una deuda pendiente , me gustan muchos sus entrevistas , especialmente la de Sabina.
slaudos

Anónimo dijo...

R, fijate que yo nunca hubiera leído nada de Bayly, no sé, pero no lo hubiera hecho. Ahora me has llenado de curiosidad, me ha encantado las dos historias, me lo pensaré.
Me he apuntado todo lo que comentas.
Me encanta ese gato que nos mira con una plácida mirada jeje
Un saludo
Teresa

Anónimo dijo...

?Como pudiera hacerme de esos mismos titulos, para tratar de resolverme ese mismitico problema, q tuvo el lector ladrón cuando los tomó? Creo q necesito un ángel,w

Anónimo dijo...

¡me encantaron las anécdotas de Andrea! siempre disfruto mucho tus entradas, y disfruto el viaje que me haces tomar en mi mente con tanto tema tratado.
Llevo varios libros anotados en mi libreta del plan infinito...

Un abrazo,
Ale.

R. dijo...

Homo libris: ¡Ja! Lo que cuentas de tu amiga aquí sería tipificado como "viveza criolla".
En cuanto a mi "cortazarianismo", lo explico por mi predilección por la obra de Cortázar por sobre la de Borges. Eso sí, ambos son de lectura imprescindible.
En Garagatos hay una cita caicedana.

Leox: Bueeeno. A mí sí me gustó El viajero del siglo, de Andrés Neuman. Espero darme un tiempo para exponer mis razones.
Recuerdo que severos "daños y perjuicios" me causaron leer las páginas de Tus zonas erróneas, entre otros libros.
Bayly, cuando quiere, es un gran entrevistador. A ver si le das un vistazo a su novela Los últimos días de La Prensa, que trata del oficio periodístico.

Teresa: Yo tuve que vencer ciertos prejuicios antes de comprar y leer mi primer libro de Bayly. Hace 10 años, si me hubieran visto con uno de sus libros, la infinidad de miradas reprobadoras que me seguirían, je.
Eso sí, según los gustos y disgustos lectores, hay que escoger bien el título de Bayly para empezar a leerlo.
El gato de plácida mirada... Con todos los gatos que hay por aquí, eso parece una adivinanza, je. Me inclino a pensar que te refieres al felino del blog calendar...

Anónim@: Serían más o menos 40 títulos por desentrañar. Yo creo que se trata del número de libros, del factor tiempo. Me explico: A razón de 7 libros por mes, leerlos tomaría aproximadamente 6 meses (en el caso de que el fulano se los hubiera leído todos, claro), tiempo en que pueden llegar a cicatrizar ciertas heridas del corazón.
¿Ya probaste con el cabellito de ángel? :p
¿Na?

Ale: Te cuento que la dedicatoria de Y de repente, un ángel dice lo siguiente:
Para Victoria Mercedes Méndez Valenzuela,
que cuida a mis hijas como si fueran suyas

Que Bayly le haya dedicado esa novela a un miembro importantísimo de su personal de servicio doméstico, dice mucho de ambos, ¿no?

Saludos a todos,
R.

lammermoor dijo...

Hola, R. Creo que de Bayly ya comentamos algo en mi blog a raíz de que Angeles hablara sobre Boris Izaguirre.
No leí nada suyo y hasta ahora no me había atraído pero esas dos anécdotas (más tus anotaciones a lapiz en el libro) me llevan inevitablemente hacia él.
La primera de las anécdotas me hace pensar en ¿Para qué sirve la literatura? Pues para no suicidarte cuando rompes con tu pareja; para reírte, cuando estás de bajón; para llorar, cuando necesitas desahogarte; para ...un montón de cosas.
Y en cuanto a la segunda, comprendo el comportamiento del señor. Alguna vez compré un libro dejándome llevar por una recomendación y descubrí que "era una mierda". ¡También a mí me apeteció pedir que me devolvieran el dinero!
En cuanto a Reynoso, parece interesante

P.D: ¿Qué son las caseritas? Ya las mencionaste alguna otra vez. ¿Quíoscos de libros?

Anónimo dijo...

R.:
¡que bonita dedicatoria! ciertamente si, dice mucho....para empezar que él es agradecido, y ella una buena persona...¡gracias por compartirla!

Pollo dijo...

Muy buen blog! felicitaciones! ojalá hubieran más así! no quieres intercambiar links?

R. dijo...

Lammermoor: Además, los beneficios de la literatura son impagables.
Yo que andaba diciendo que jamás mancillo mis libros, y resulta que encontré la excepción a la regla en esa novela de Bayly, aunque fueran cifras las anotadas.
Aquí suele utilizarse el significado de "casero" en su décimo cuarta acepción (y también en la anterior): Vendedor asiduo, respecto de su cliente.
En el Boulevard de la Cultura del Jirón Quilca se encuentran mis libreros-caseros.
Aquí hay un post de mi etapa autista, en donde encontrarás nombres de escritores y títulos recurrentes, más la foto que le tomé al stand de una de mis caseritas (lamentablemente se me colaron dos compradores).

Ale: No hay de queso, nomás de papa. :D

Pollo: ¡Bienvenido! No es por devolverte el halago, pero bacanazo tu blog. Aquí le he dedicado algunas líneas dispersas a los autores -y algunos libros- que comentas, desde el Santi Roncagliolo hasta MVLl, pasando por el norteamerincaico, mi Rosa Montero, Saramago, etc. Ya te linkeé.

Nos seguimos leyendo.
Saludos a todos,
R.

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Hola, R:

Me ha hecho reír mucho los dos fragmentos de Bayly que pusiste. Voy a ver si consigo el libro por aquí. En cuanto a Reynoso, qué mal me cayó. No me gusta esa manía que tienen algunos escritores de descalificar a otros. Pero hay de todo.
Un saludo

Anónimo dijo...

Hola R!

Recuerdo muy bien esos capítulos, en su momento me dieron mucho gracia.

Tengo opiniones contrariadas con respecto a las novelas ganadoras del Premio Planeta, por ejemplo me gustaría devolver El Mundo de José Millas.

Saludos,
JMG
De Bayly, he leído casi todo y como indicas Los últimos días de La Prensa es un libro recomendable. No me gustó la última novela que la encuentro

De Caicedo, a raíz de la cita que colocaste en Garagatos me ha provocado saber de él, de hecho lo busqué el libro de la cita en la misma casera de Quilca pero recién lo tendrá para la quincena.

De Reynoso, he leído solamente En Octubre no hay milagros y de lo que recuerdo fue que me gusto bastante.

De Hernandez, he leído a penas unos versos. Lectura pendiente por cierto, aunque rara vez leo algo de poesía.

Por cierto, en la misma casera de Quilca fue donde compré los dos únicos libros que tengo de Bolaño. Los Detectives Salvajes y 2666.

Eva dijo...

Muy bueno el post, me ha gustado mucho. Estas leyendo a M. Pearl ¡qué casualidad! yo también pero yo estoy leyendo "El último Dickens" y ya había leído el club Dante. Lo de este hombre deben ser los escritores ¿no?. Bueno ya nos contaremos que nos han parecido ambas novelas.
Un saludo.

R. dijo...

Strika: Tanto Jaime Bayly como Oswaldo Reynoso han abierto la bocota para soltar barrabasada y media con respecto a muchos temas, además de los literarios, y son de teflón ante la andanada de críticas.

JMG: Caray, no salió la palabra o palabras con que calificaste la última novela de Bayly. El Comercio también sacó la novela con que ganó el Premio Herralde 1997: La noche es virgen, que si la hubiera comprado en Anagrama, yo también estaría pidiendo la devolucion de mi dinero.
Así que tú también visitas ese stand. No me sorprende. Lo malo es la oferta limitada, ya que hay infinidad de libros que sólo se pueden conseguir en librerías.
Hay otro stand más del que soy asiduo: el número 15, creo, de la señora María, quien incluso me llama al celu para avisarme que ya llegó mi pedido, jeje.
Recuerdo que el tío Reynoso la paraba meciendo a una amiga cuando le solicitó una entrevista.
Ese libro de Fuguet sobre/de Caicedo tiene partes desgarradoras.

Eva: ¡Vaya coincidencia! Bueno, salvo casos especiales, este no es un blog en el que proliferen las reseñas, me gusta leerlas, de preferencia si yo ya he leído el libro antes, de manera que estoy interesado por leer tus comentarios sobre la novela de Luis Leante y, por qué no, de El último Dickens.

Saludines,
R.

T dijo...

Justamente, hace un par de semanas me reencontré con Luis Hernández, creo q me hacía falta un aire fresco, una vox horrísona en este cielo gris. Sus libros son tan personalistas, sus palabras, su caligrafía, sus dibujos, los colores q usaba, crean una composición poética e íntima:

Mientras existas
no podré dejar
de escribir: lirios, [libros]
colinas, una calle extraña
y el Universo...

david dijo...

1
Ha! vaya, no sabía que Quilca tenía su página web :p (Solía ir al bar Yacana a escuchar música :D lugar que descubri gracias a JMG)

2
Los libros de Bayly me divierten y a propósito de peruanos hay un “norteamerincaico” (por residencia) que no tiene mucha propaganda. Se llama José de Piérola, y tiene un libro de cuentos (Sur y Norte) que aunque tiene sus defectos me gusto mucho.

3
Los Chanson d' Amour de Hernández son los que más me gustan, y no los pongo aquí porque son algo tristes.

R. dijo...

T: Algo más de Luis Hernández: ;)

MIENTRAS llamas por teléfono
Y otros te contemplan.

Mientras tocas con la mano derecha
El Concierto en Sol para la mano izquierda.

Mientras observas el film
Con indiferencia no estudiada.

Mientras paseas la playa
Con las joyas de este Invierno.

Mientras la mitad de tu nombre
Basta para alejar el mal.

Mientras vives sin preguntarte,
Mientras oyes tus canciones,
Yo escribo, extrañado.

Davidz:
Juro que no recibo ningún descuento adicional por decir los stands quilcosos que frecuento, je. Es más, ningun@ de los caser@s sabe que tengo un blog donde l@s menciono; pero nunca es tarde, a ver si negocio un banner, jooo... Naaah!!!

Yo también he leído a José de Piérola con agrado; tanto ese libro de cuentos reunidos que mencionas, Sur y norte, como su novela publicada un año antes: El camino de regreso (de las pocas que tratan el tema del terrorismo y que me han gustado). Javier Ágreda reseñó en su momento ambos libros.

Te cuento que El camino de regreso o Rosa Cuchillo (Óscar Colchado) cruzará el océano la segunda quincena de este mes, entre otros libros.

Otro norteamerincaico residente en USA es Diego Trelles Paz. A ver si le das una ojeada a su novela El círculo de los escritores asesinos. No la recomiendo porque está plagada de referencias librescas y cinéfilas que pueden llevar a pensar que el autor ha querido lucirse innecesariamente. Además, es una suerte de homenaje a Roberto Bolaño (parricidio lo llamará alguno, otros plagio), así que puede herir ciertas susceptibilidades, pero tiene su gracia, ya que sus personajes frecuentan el Centro de Lima, Quilca y alrededores de los 90, y Reynoso (quien fue uno de los presentadores de la novela) aparece fugazmente.

Se me cuidan,
R.

Anónimo dijo...

Como todas, muy buena tu entrada. Me dan unas ganas enormes de leer.

Pásate por mi blog que te he dejado un premio. :)

¡¡Saludos!!

Anónimo dijo...

La palabra sería mala.

Es cierto la oferta es limitada pero la diferencia de precios es abismal en algunos casos.

De todas maneras pospondré la compra de Mi Cuerpo es Una Celda ya que aun tengo pendiente varias lecturas, entre ellas Rayuela que no se porque, aún no puedo engancharme en ella.

R. dijo...

Lahierbaroja: Gracias por el premio; pero por sobre todo, gracias por visitar este blog. ;)

JMG: Algunas columnas de Bayly, como la de ayer, superan en interés y calidad a muchos de sus libros.
Sé a lo que te refieres con "abismal". Lo malo es que esos precios pueden condicionar nuestras lecturas.
A ver cómo te va con Rayuela. Yo no pude releerla.

Saludos,
R

david dijo...

R, gracias por los datos :)

Anónimo dijo...

Tampoco conozco a los autores, por eso es bueno venir a estos lugares, porque aprendo mucho, mucho.
Qué bien por las anécdotas de libreros, sabes que me gustan.
Y otra cosa que me llamó la atención es lo de los dos escritores, ellos no se soportan y sin embargo tú los lees a los dos... está bueno eso.
Un saludito,
AD.

R. dijo...

Davidz: ¡De nada!

AD: Es que para mí, la obra de un escritor (¡vamos!, de cualquier creador, artista) estará por encima de su ideología; siempre que lo valga, claro.

Saludos,
R..

Anónimo dijo...

Una consulta, dónde puedo conseguir el libro "Vox Horrisona" de Luis Hernández

Gracias

Paola

R. dijo...

Paola: Esa edición la compré en el Boulevard de la Cultura Quilca; no sé si aún la consigas, pero hay un stand que vende primeras ediciones de los libros de Luis Hernández.

Saludos!
R.