Una de las ventajas de aquellos libros que recopilan ensayos, discursos, artículos periodísticos, reseñas, cartas, entrevistas, cuentos inéditos, entre otros textos de lo más heterogéneos de nuestros escritores favoritos, es que además de tener todo ese material disperso reunido en el manejable formato libresco, uno puede echarse a leer el libro de marras por donde se le plazca: siguiendo un orden azaroso o guiado por el mayor interés que despierten ciertos títulos del índice (detalle que comparte con no pocos libros de cuentos). Cuando tuve en mis manos Otros colores (Mondadori, 2008), de Orhan Pamuk, lo primero que hice fue ubicar el artículo que Maribel me había mencionado para leerlo de inmediato y saciar mi curiosidad instalada hacía tiempo (se encuentra en la sección “Libros y lectura”).

Se trata del texto número 28 del libro, el que lleva como título Cómo me libré de algunos de mis libros, en donde el turco nos cuenta cómo se deshizo de sus primeros 250 libros y expone varios métodos de limpieza: de acuerdo a una selección que condena al destierro a aquellos volúmenes por los que se siente vergüenza haberles dado una importancia inmerecida en el pasado, los que no son presumibles y permanecen escondidos en nuestras estanterías, y cualquier pretexto satisfactorio que aligere lo que para él considera una enojosa carga física.

Siempre a escala reducida (los 12 mil volúmenes de Pamuk me eximen de hacer mayores precisiones), como a mí todavía no me resultan fastidiosos ninguno de mis libros, los conservo en su totalidad (incluyendo los que no pude terminar de leer y exceptuando los prestados y no retornados, ergo robados). Ni siquiera me he deshecho de los maltratados y renovados (tengo una lista que debe pasar por manos restauradoras); aunque eso sí, debo admitir que unos cuantos están sospechosamente inubicables, sin embargo no me avergüenza mi pasado lector (para evitar sonrojos futuros, simplemente hay que ser más cuidadoso a la hora de efectuar nuestras compras libreras o mejorar los escondites). Pero si alguien tiene la intención de aligerar su biblioteca, quizá encuentre en las siguientes líneas del turco el estímulo necesario para efectuar sus propias desapariciones forzosas sumarias:

“Pero leer bien no consiste en pasar despacio y cuidadosamente la mirada y la lógica sobre un texto, sino sumergir el alma en su interior. Es por eso por lo que nos enamorados de un número tan reducido de libros a lo largo de nuestra vida. Y la mejor biblioteca personal debería ser la compuesta por ese número de libros reales que sienten celos unos de otros.”

***

Hace un par de semanas recalé en aNobii y me registré. Los días que siguieron, el tiempo libre que le dedico a Internet me lo pasé ingresando de manera aleatoria algunos títulos que dispongo para ver sus portadas en mi estantería virtual (por cuestiones de espacio, sólo los lomos se nos permiten ver en nuestros anaqueles, de ahí que me permito fotografiar sus carátulas con el fin de tentar vuestra curiosidad). Lamentablemente, por más que digitaba el ISBN correcto, aNobii me mostraba otras cubiertas, aunque en una minoría de casos, pero me generaba cierta inaudita incomodidad; aparte, no había registro de los libros que tengo en una conocida editorial local (de todas maneras creé las fichas de unos cuantos). Además de descubrir gustos similares con otros usuarios, compartir impresiones, recomendaciones, ojear sus estanterías y apuntarme títulos, otra vez saltó a mi mente el post que escribí el año pasado: La portada que te tocó en suerte, el cual saqué a colación en los comentarios de mi post anterior, con motivo de la imagen que figura en la carátula de 2666, de Roberto Bolaño, y que ostenta como avatar el amigo JMG.

Releyendo ese post reconocí al quejoso y fetichista que soy, no obstante concluí diciendo que uno termina por acostumbrarse a las portadas que nos tocaron en suerte. Pero como los ojos se hicieron para ver, cuando acudo a una librería o a cualquier punto de venta de libros, no sólo dejo pasear la mirada por las mesas de novedades, también visito los anaqueles donde se ubican libros que la moda relegó y no me contento con leer en sus lomos el título y el nombre del autor, sino que los saco de su sitio para apreciar sus cubiertas, así yo los haya leído en otra edición, con el fin de alegrarme la vista. Me pasa lo mismo cuando acudo a Quilca, en donde los libreros tienes sus libros en permanente exposición, pero algo hacinados, superpuestos, lo que no permite apreciarlos en su totalidad, así que no me reprimo y los vuelvo del todo visibles para luego reacomodarlos.

Vuelvo al post pasado. Es el momento de rectificarme: Aquello de “acostumbrarse” suena a resignación, y nada más alejado de lo que realmente siento por las cubiertas de mis más queridos libros: una inmensa gratitud sin distinciones por el placer brindado, desde el más modesto hasta el más empingorotado (verbigracia ver la foto superior). Corrijo entonces: “Al final uno termina amando las portadas de sus libros”. Así está mejor. Dejaré nuevamente que Pamuk tome la palabra, con la transcripción en su integridad del artículo número 31 de Otros colores:

NUEVE NOTAS SOBRE CUBIERTAS DE LIBROS

- El novelista que no sueña con la cubierta del libro que está escribiendo habrá completado su educación sentimental, será maduro, pero también habrá perdido la inocencia que lo convierte en escritor.

- Todas las grandes experiencias y placeres de la lectura se mezclan luego en nuestra memoria con las cubiertas de los libros.

- Necesitamos más lectores que compren libros por la cubierta y más críticos que no desprecien los libros escritos para esos mismos lectores.

- Mostrar de manera detallada en la cubierta el rostro de los personajes es un ataque inaceptable a la imaginación del lector y del autor.

- El diseñador que prepara una cubierta roja y negra para El rojo y el negro, que coloca la imagen de una casa azul en La casa azul o de un castillo en El castillo, da la impresión de que, más que respetar el libro, no se lo ha leído.

- Si años más tarde nos encontramos por casualidad con la cubierta de un libro que hemos leído, esta se convierte en un emblema que rápidamente nos recuerda el mundo del libro y que en un momento ya pasado de nuestras vidas nos introdujimos en dicho mundo mientras estábamos sentados en un rincón.

- Las cubiertas de los libros tienen la función de servir como señal del paso entre el mundo del libro y el mundo vulgar en el que vivimos.

- Lo que atrae de una librería, lo que la anima y la enriquece, no es la variedad de libros sino de cubiertas.

- En nuestra mente, los títulos de los libros son como los nombres de las personas: sirven para distinguir un libro de millones que se le parecen. Las cubiertas de los libros se parecen a las caras de las personas: o bien nos recuerdan con toda su fuerza un momento de felicidad que hemos vivido, o bien nos prometen un universo feliz que no conocemos. Por eso miramos las cubiertas de los libros con la misma pasión con que miramos las caras de las personas.

***

Algo que no debería llamar la atención en aNobii, pero que me permito resaltar, es que el usuario tiene la potestad de puntuar los libros leídos de la siguiente manera:

¡Me encantó! (4 estrellas)
Bastante bueno (3 estrellas)

Regular (2 estrellas)

Decepcionante (una estrella)

Obviamente no es la única manera de calificar nuestras lecturas. He visto que algunos bloggers someten lo leído a rangos numéricos que van del 1 al 5, del 1 al 10, etc., que incluyen decimales, o se esfuerzan por abarcar mediante palabras un mayor espectro calificativo: obra maestra, extraordinario, muy bueno, bueno, se deja leer, regularón, estafa, de lo peor, desastroso, chanfaina, bodrio, devuélvanme mi dinero, etc.

A mí siempre me han dicho que soy muy benigno a la hora de calificar mis lecturas, debe ser porque generalmente hablo de aquellos libros que me han causado cierto grado de fascinación o que me han decepcionado profundamente (autores y libros sobrevalorados, ya que hay bodrios inconfesables). La verdad es que tengo mi método cualificador de los libros que he leído desde el año 2000 (nada del otro mundo), y no pude resistirme cuando descubrí que aNobii me permitía hacer uso del suyo; aunque lo que parecía un juego terminó por descalabrarme (suelo tomarme las cosas muy en serio), ya que encontraba insuficiente la puntuación disponible. De todas maneras traté de ser justo de acuerdo a mi gusto personal.

La semana pasada Roberto, de El Guisante Verde Project, nos obsequió una imperdible reseña de Todos los hermosos caballos, de Cormac McCarthy. No dudé en comentarle escuetamente mi experiencia con los cuatro únicos libros que he leído del norteamericano. Traigo a colación esos libros como un ejemplo significativo del puntaje que fueron merecedores en aNobii (ampliar imagen). Supongo que la polémica se instalará alrededor del exiguo puntaje (apenas dos estrellas) que le di a la famosa novela ganadora del Pulitzer 2007. He leído todo tipo de comentarios que La carretera suscita, así que considero muy diplomático de mi parte esas dos estrellas: ni fu ni fa.

***

A ver, para terminar, ¿cuántos se identifican con la siguiente situación? (La encuentran en… ¡Adivinen!)

Al principio Johns hizo un ligero, casi imperceptible esfuerzo por entablar un diálogo. Preguntó si Morini había adquirido alguna de sus obras. La respuesta de Morini fue negativa.

Dijo que no, después añadió que las obras de Johns eran demasiado caras para su bolsillo. Espinoza notó entonces que el libro al que la enfermera no le quitaba ojo era una antología de literatura alemana del siglo XX. Con el codo, avisó a Pelletier, y éste le preguntó a la enfermera, más por romper el hielo que por curiosidad, si estaba Benno von Archimboldi entre los antologados.

En ese momento todos escucharon el canto o la llamada de un cuervo. La enfermera respondió afirmativamente.

Johns se puso a bizquear y luego cerró los ojos y se pasó la mano ortopédica por la cara.

–El libro es mío –dijo–, yo se lo he prestado.

–Es increíble –dijo Morini–, qué casualidad.

–Pero naturalmente yo no lo he leído, no sé alemán.

Espinoza le preguntó por qué motivo, entonces, lo había comprado.

–Por la portada –dijo Johns–. Trae un dibujo de Hans Wette, un buen pintor. Por lo demás –dijo Johns–, no se trata de creer o no creer en las casualidades. El mundo entero es una casualidad...

46 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre, un placer leerte. Hablas de tantos temas, libros y autores, que siempre que quiero comentarte me entra la confusión pensando por dónde empezar.

También llevo un par de semanas en anobii, y te recomendé "La muerte de Artemio Cruz" porque di por hecho que tú llevabas bastante más. El sistema está bien, aunque las valoraciones no me gustan: a mi entender le falta un "bueno" sin más, para quedarse enmedio entre el "bastante bueno" y el "regular". Lo normal es encontrarse escalas impares, para decantarse a un lado a otro.

Eso sí, anobii da unas ganas inmensas de leer, comprar y comentar.

Saludos.

Anónimo dijo...

me ha encantado tu post, hubo una época, hace años , en Cuba, que tuve miles de libros, en mi casa siempre había que caminar entre libros, luego , para colmo, fuí librera, entonces tenia los libros de vender y los propios.. pero cuando me fuí de Cuba, todo lo dejé, así que ya no guardo libros, sólo unos poquitos, no sé cual será y adonde la próxima mudanza..
me ha encantado tu post, la posesión de libros siempre me pareció un índice de amor a los libros y de estabilidad..

Isi dijo...

Hola R.
Me ha gustado muchísimo tu post (como siempre). El tema de las portadas es un mundo; algunas son feísimas y te alejan del libro (por ejemplo la trilogía de Javier Marías, "Tu rostro mañana") y los lees simplemente porque te han recomendado y te han dicho que es muy bueno... Y tú miras la portada y desfalleces!
Sin embargo hay portadas tan tan bonitas que parece que compras el libro sólo para que la portada te adorne un poco la mesilla de noche.

Me ha hecho gracia eso de que es la cubierta como la cara de una persona. Y vas a la librería y miras la cubierta, por delante, por detrás, de canto, abres el libro, miras las páginas, el tamaño de la letra.... etc etc. ¡¡yo no hago más que manosear!! Eso ya no es igual que con las personas, que no te vas a poner a toquetear ;))

La foto de El gato con botas con tu michi está superbien!

Lo de la librería aNobii me lo habían dicho, pero es que me da una pereza enorme pomerme con ello!

Saludos!

R. dijo...

Lahierbaroja: Yo me reafirmé como lector leyendo a los escritores del boom hispanoamericano. Hay opiniones coincidentes a la hora de catalogar las obras tempranas de Carlos Fuentes y Vargas Llosa situándolas por encima de sus últimas producciones. La muerte de Artemio Cruz, qué duda cabe, es un clásico de la literatura latinoamericana que disfruté en su momento.

En cuanto al sistema de valoraciones aNobii, de hecho que falta el "bueno" a secas.

Estodevivir: Bienvenida a Fenixcidio! Me he quedado encantado con lo poco que he leído visitando tu blog, así que prometo visitarte con mayor frecuencia, en busca de mi autorecetada dosis de buena poesía; además de la prosa. obviamente. Todo un (re)descubrimiento.

Vaya maleta de recuerdos que debes poseer. He ahí la materia prima con la cual se nos da por evocar mediante la escritura.

Isi: Ahora que mencionas Tu rostro mañana, de Javier Marías, dicen que está mal denominarla una trilogía, puesto que se trata de una novela dividida en 3 partes ¿Cuál sería la diferencia? Supongo que es porque no se pueden leer en forma independiente. Sus portadas, eso sí, no me dicen nada!

Una vez fui con una amiga a ver libros. De pronto me percaté que hacía ademanes desusados en ella con el libro que tenia en sus manos, como revisar si estaba bien cosido, que no tuviera dobladas las hojas, ni arrugadas las tapas, etc., pero con calculada exageración. Resulta que me estaba imitando... Y lo de toquetear rostros ajenos, sí que resulta impensable, aunque a veces provoque estrujar ciertos cachetes, je.

La foto de esa edición de El gato con botas, la compré sólo por la portada. Loquemeahorro muy bien podría utilizarla para ilustrar su particular reinterpretación del cuento clásico de Perrault. Aryel le cedería gustoso los derechos.

Saludos a todas,
R.

loquemeahorro dijo...

¡Realmente la foto me ha encantado!

Yo hice una gran limpia de libros (por motivos de espacio) en mi casa hace unos años, hombre, no me deshice de mis favoritos, pero tampoco es que me avergonzaran ni nada (bueno, alguno quizá). Los regalé a amigos o a la biblioteca, que conste.

Estoy completamente de acuerdo con lo de que el que pone rojo y negro en la portada de "Rojo y Negro"... no tiene ni idea de lo que va.

Aunque para portadas enigmáticas, las de las ediciones Molino de las Novelas de Agatha Christie... alucinantes.

Y tu post, tan completo y sugerente como siempre.

mario skan dijo...

Nuevamente comienzo un comentario con esta frase: que bueno todos esos libros que tienes, la colección de Alfaguara resguardada por el gato está alucinante.2666 estaba en la lista de próximos libros a comprar pero entre que no hay ejemplares en stock y que ahora me metí en muchas cuentas, deberé leerlo de la pantalla.
Pamuk tiene razón en esas sentencias, hay libros que uno los asocia con la tapa y después con esa morocha curvilínea con la que me besaba en el jardín cuando leía ese libro, la tapa y la trama....y todo el encadenamiento de recuerdos y asociaciones.
Tu postura frente a McCarthy no es de extrañar, a mucha gente le gusta a otros le pasa por el costado. A mi me gustó Todos los hermosos caballos, lo leí con entusiasmo, tal vez porque era el primer libro que leía de él, pero con los otro me resultó casi una obligación ( hablo de En la frontera, Ciudades de llanura y otro que ni comencé )
Como vos todavía no se me antojó eliminar libros de la biblioteca. Mi intención es acrecentar la colección a 12 mil pero si tengo 60 es mucho, no los conté todavía.

Tus post son geniales, se hacen esperar pero son fantásticos.
saludos

Maribel dijo...

Hola R.
sabía que iba a gustarte Otros Colores y compruebo en mi bloc de notas que coinciden con muchas de las que recoges aquí. ;-)

Claro que los títulos y las portadas son como el nombre de las personas, y nos llevan directamente, como el olfato, a ese sentimiento asociado al libro, a lo que vivíamos mientras lo leímos, a la persona que nos lo regaló...

Coincido con Pamuk en las motivaciones que nos llevan a reunir libros y a deshacernos de ellos; si acaso tal vez no tenga en cuenta que cambiamos, evolucionamos, y que tal vez ese libro del que nos desprendimos, ahora es añorado...

Me encanta la foto con Aryel, yo creo que debes proponerlo como modelo a alguna editorial, una antología de escritores y gatos, junto con las fotos de tu otro blog!!

En cuanto a la situación en la que tenemos que identificarnos, nosotros sí tenemos preciosos libros de los que nos hemos enamorado en nuestros viajes, en idiomas que no leemos!! En Húngaro, Tailandés, Chino...

Por cierto, pienso en qué sentirán los libros al verse escrutados, manoseados y descartados en la estantería, recuerdo a Juan José Millás o al propio Pamuk qué pregunta, ¿cómo pueden ustedes dormir mientras los objetos les hablan?...

Con respecto a las valoraciones de los libros, saldré a buscar Meridiano de Sangre,
Aunque varias veces habeis hablado de aNobii, no lo he revisado con tiempo, pero la decisión de un número par de puntuaciones es acertada, nos da una mejor idea de si te ha gustado o no el libro...

Buen post, para bibliófilos y para bibliómanos!!
Y para no desvelar nada decirte que la última cita la voy a leer en la edición compactos de Anagrama, la leeré 2666 veces para asegurarme ;-)

david dijo...

Vaya cantidad de libros!, no he contado cuantos tengo yo pero bueno no se compara con los que uds an leido, incluso sumando los libros de la universidad.
Despues de leer el post revise un poco mi biblioteca y note que tengo mas libros de Vargas Llosa que de cualquier otro autor, que leo mas novela que cualquier otro genero. El libro de mejor portada... mm bueno esta entre el de 2666 de Bolaño y el 80M84RD3R0 (Bombardero) de Cesar Gutierrez.

Este post de Edmundo Paz Soldan tambien hace referencia a los libros. Yo he leido varios libros por pantalla. Incluso algunos muy dificiles como la Casa verde, cuando trate de leer nuevamente el libro pero ya como objeto, pues no tenia la magia de la primera lectura. Entoces me pregunte: ¿se puede sentir el mismo cariño hacia un pdf que hacia un libro?

El Guisante Verde Project dijo...

Hola R!, cuando supe de la "limpieza" de Pamuk reconozco que palidecí. Me recuerda a una película húgnara en la que el protagonista, en una especie de trance liberador quema su palacio con todo el patrimonio cultural de su centenaria familia. Ni que decir tiene que no podía ni mirar.

Tenemos más libros que espacio pero me resisto a deshacerme de alguno, incluso, como dices, de aquellos que necesitan urgente restauración, o los que me resultaron imposibles de terminar (pocos, por suerte).

Cuando viajamos, buscamos, casi inconscientemente, librerías. A menudo me encontrado en la mano, sin saber muy bien como, con libros que ya tenía, simplemente porque su portada me llamaba la atención.

Por otra parte, no me veo puntuando los libros; creo que la impresión que nos producen está indefectiblemente unida a nuestro estado de ánimo, y por ello variable.

En fin, R., gracias por estos post tuyos, que, como dicen por ahí arriba, se hacen esperar, pero merece la pena.
Un saludo.

Homo libris dijo...

R., es un placer encontrarse con cada una de tus entradas. Me gusta dedicarles siempre el tiempo que merecen, por su extensión, por la cantidad de temas que tocas en ellas, y por el juego que da todo lo que nos cuentas.

De momento, yo también me cuido mucho de librar mis estantes del peso de los libros: el día que esto ocurra posiblemente haya dejado de ser yo mismo. Creo que con ningún otro objeto tengo esta compulsiva afición coleccionista, que pasa siempre por su lectura y disfrute. Pocos vicios tengo (o creo tener), pero el mayor de ellos sin duda son los libros. Como me comentó no hace mucho un librero de avanzada edad, los libros no son un vicio, y posiblemente tuviera razón, pero cuando una afición va más allá de la pasión, posiblemente algo de vicio sí que tenga :)

En cuanto a las portadas, la verdad es que sí: las hay que enamoran, otras detestables, pero por como debemos guardar los libros, llega en ocasiones el momento en que nos olvidamos incluso de ellas. La digitalización no está mal, pero cuando las herramientas no funcionan como deben, creo que la experiencia puede resultar algo desesperante. Ah, y las notas que nos traes sobre las portadas son realmente preciosas ;)

Nos leemos.

R. dijo...

Loquemeahorro: Yo me compraría todos los libros de Agatha Christie, en la Editorial Molino, sólo por sus portadas. Acá los venden a granel donde los libreros de viejo. Lamentablemente mi pasada experiencia lectora con "la dama del crimen" sigue siendo un obstáculo a la hora de hacerme con algunos ejemplares. Pero quién sabe, algún día...

Mariano: Definitivamente uno no puede dejar de sentirse identificado con casi todo lo que expresa Pamuk en Otros colores. Un libro similar a ese es Apuntes autistas, del chileno Alberto Fuguet, pero con el plus que le da su experiencia cinéfila.

Tengo en mi lista de compras pendientes a Todos los hermosos caballos. Del resultado de su lectura dependerá que lea su trilogía de la frontera completa.

Maribel: Felizmente no esperé mucho para hacerme no sólo del libro de Pamuk, sino también de Indignación y Los hechos (éste último en DeBolsillo), ambos libros de Philip Roth. A ver si le echas un ojo a Apuntes autistas, de Alberto Fuguet. Creo que te gustaría.

Mencionas a Millás, y lo primero que haré llegando a casa es buscar aquella novela que trata de la rebelión de los libros. ¿"El orden alfabético" puede ser?

La verdad es que Aryel se negaba a posar con el librito; es más, quería comérselo. Celos felinos, supongo. Así que no sé cómo me vaya como su hipotético representante. A ver si lo convenzo antes de iniciar cualquier tipo de negociación.

Nada más y menos que "2666" veces, eh! ;)

Davidz: Vargas Llosa también es el autor de quien tengo y he leído más títulos que ningún otro. Lástima que no pueda registrarlos en aNobii tal como lucen sus portadas. En cuanto a la novela de César Gutiérrez, yo tenía toda la intención de comprarle el volumen único (con rebaja incluida), pero nunca respondió a mi e-mail. Así que recién esperaré a que estén disponibles los 3 tomos en la editorial Norma, para comprarlos y leerlos de una vez.

Tenía conocimiento del artículo de Paz Soldán gracias a un post de Gustavo Faverón. Yo lamentablemente no puedo leer textos extensos desde el monitor (me cansa la vista), y los pocos e-books que he impreso no han sido muy extensos, será por eso que cuando me compré los libros respectivos, los releí y me gustaron más que la primera vez.

Roberto: Y yo tuve en mente Fahrenheit 451, la novela distópica de Ray Bradbury, cuando leí los métodos de limpieza del turco.

!Qué lujo lo que Maribel y tú nos comentan! Que en vuestros viajes no sólo se dejan seducir por libros "repetidos" de atractivas portadas, sino también por aquellos cuyas lenguas desconocen.

Yo lo de la puntuación lo tomo como un juego. Releer tan solo algunas líneas de un libro que he leído en el pasado puede afectar mi percepción de lo leído: un momento poco tiene que ver con otro, aunque el libro sea el mismo.

Homo libris: Sí pues, algo de vicioso hay en esto que nos convoca a escribir sobre libros (como objetos) y a no alarmarnos con ciertas confesiones sino más bien a sentirnos reflejados. Yo por ahora reprimiré cualquier asomo confesional de sacar a la luz mi colección de bodrios, je.

A propósito de la digitalización (¿te enteraste de aquella chanza de ponerle olor a los e-books?), te invito (y a todos en general) a leer En defensa del libro, artículo que hace algún tiempo escribió un conocido periodista local.

Muchas gracias a todos, una vez más, por la visita y sus estimulantes palabras de elogio.
Nos seguimos leyendo
R.

Homo libris dijo...

R., algo oí al respecto de los "libros olorosos"... Mientras no se trate del bestseller nipón que ha salido últimamente en las noticias (sí, el del rollo de papel higiénico), no desecharé la idea XD

Voy a ver el artículo que nos recomiendas.

Saludos.

R. dijo...

No. Se trata de algo... ¿mejor, peor? Y ya hay 5 aromas disponibles...

En cuanto al artículo, releerlo me hizo recordar tu post acerca de las bondades y limitaciones de tu Papyre. Buen debate se originaría de aquello, eh!

Saludos,
R.

Homo libris dijo...

La verdad es que sí, R., mucho se podría hablar, y posiblemente hablemos, sobre los libros electrónicos.

Tu artículo me encantó :)

Maribel dijo...

R.
Suscribo todas la líneas de este magnífico artículo al que nos derivas, por cierto, discutimos Roberto y yo sobre cuánto hay de R. en este César jejeje.

Me encanta lo de "mi casa es una librería con baños", y la necesidad de elegir los títulos que la componen más allá del canon, como no occidental, impuesto.

Me enredo en las primeras líneas con esos títulos que no conozco, y confirmo una vez más que este otro blog tuyo es una caja repleta de tesoros.

En cuanto a los olores, Asia nos lleva la delantera y allí es determinante en la elección de muchos artículos, Me interesan mucho los estudios sobre percepción, yo estaría pérdida si añaden el olor del café ;-)
Me gusta el olor de los libros, el libro como objeto, que envejece...¿seguro que este César no eres tú?

R. dijo...

Homo libris, Maribel:

La verdad es que no me importaría suscribir todo lo que "el chato" Hildebrandt (así se lo conoce por acá a este periodista político) dice en su panegírico. Pero tú, Homo libris, has dejado sentada tu posición conciliatoria e inteligente como poseedor de uno de esos aparatitios que jamás reemplazarán a tus(nuestros) libros. Yo quisiera ver el futuro bajo esa perspectiva: una armoniosa convivencia entre ambos formatos.

Me intriga saber qué los ha llevado a pensar que yo podría ser el tal César (aquí encuentran la columna original). Por ahí tengo un par de posts pasados algo biliosos, irónicos, confrontacionales, pero hablar de libros y lecturas me reconcilia con la vida, jeje.

Buen fin de semana para ambos,
R.

Anónimo dijo...

¡Por dónde empiezo!!!
Hay tanto que leer y comentar en tu blog que me cuesta trabajo organizar las ideas... necesito tiempo!!!!
Lo esencial: me ha encantado, eso de los diseños de cubierta es algo que tengo pendiente en mi blog, mis hijos, diseñadores, me lo piden y yo, que soy librera, le presto mucha atención, ya con intención comercial, claro, que también se vale no?
Me has dejado con ganas de ver ese libro de Pamuk, ahora no podré dormir tranquila hasta que lo consiga, cosa que aquí en La Habana es casi imposible.
Te seguiré, no lo dudes, quiero registrar este blog hasta lo último, tal vez no comente como hoy, pero estoy aquí, te seré fiel.
AD.

R. dijo...

Hola AD!
Acabo de enlazarte para no perderme ese post que tienes pendiente sobre diseños de cubiertas, ni los demás.
Ya te imaginarás cómo estaba yo cuando Maribel me soltaba pequeños extractos del libro de Pamuk, y yo sin poder tenerlo en mis manos. Ojalá que pronto tú también lo puedas disfrutar.
Gracias por la visita!
Nos seguimos leyendo,
R.

Maribel dijo...

R,
yo té animé con el de Pamuk,( que yo tenía de la Biblioteca) y ahora ya no lo encuentro en las librerías ;-(

Ade yo soy fiel seguidora de Pamuk, a ver si lo editan en bolsillo y podemos conseguirte un ejemplar...

¿Cuándo vas a colgar la entrada de Crónica del pájaro..., tengo que ponerme con la relectura ya!!

Quiero sugerir que enlaces tu otro blog, por favor!

R. dijo...

Maribel:

Allá te debe ser mucho más fácil ubicar Otros colores en librerías. Paciencia. Han anunciado que Pamuk estará presente en la FIL de Guadalajara. Un lujo!

Hoy debo terminar una lectura ligera (tengo un par más: ver foto lateral) para ponerme a releer a Murakami para Bibliolandia.

A propósito del turco y del japonés, hoy me he enterado que dentro de las novedades literarias para el otoño español figuran:

"El museo de la inocencia" de Pamuk y "El fin del mundo y un sombrío País de las Maravillas" de Murakami. De hecho tú los disfrutarás antes que yo. Cuándo los tendré por acá!!!

Ah, Garagatos sí tiene su enlace respectivo

R.

RebecaTz dijo...

Buenísima entrada, R., voy a buscar ese libro de Pamuk, que necesito aligerar un poco mi estantería (en concreto podría empezar por Pandora en el Congo, de Sánchez Piñol).

Al aNobii le di unas cuantas vueltas pero no acabó de convencerme (por pereza, más que nada).

¡Un saludo!

Maribel dijo...

Gracias R.,
anotados los nuevos libros de Pamuk y Murakami (¿ es el mismo 1Q84 que mencionas en el blog de Isi?)

Por cierto, el enlace que te pedía era para ver tus artículos en tela vaquera,jejejeje, el de Elogio del Delirio tienes que hacerlo público ;-)

Nota:
Mi lectura del El turno del escriba no resultó como esperaba, quizás mi expectativas eran muy altas, aún recuerdo que en uno de tus primeros comentarios en nuestro blog hablabas de "la escritura a cuatro manos", mi mejor recuero es para Margarita, está linda la mar

R. dijo...

Hola Andrómeda!
Veo que más de uno pasaremos a comentar tu último post; el que titulas Libro y tecnología.

No puedo con mi genio. Voy a buscar en la web lo que dicen de Pandora en el Congo. ;)

Maribel: Hard-Boiled Wonderland and the End of the World es una novela de Murakami publicada en 1985, traducción al castellano que recién disfrutaremos. Mientras que 1Q84 (2009) es su última novela.

Además, Muñoz Molina, otro conocido nuestro, también publicará su nueva novela: La noche de los tiempos. Más novedades literarias, aquí.

Que sí, Maribel: mi otro blog tiene su enlace respectivo. No sólo es el nombre de una sección de Fenixcidio. ;)

Recuerdo que me costó un poco agrrar el ritmo de la novela de Sergio Ramírez que mencionas.

Saludos a ambas,
R.

lammermoor dijo...

¿Tengo alucinaciones o en tu blog el puntero se convierte en un gatito?

Como tus post son tan densos me obligan (en el sentido de requerir) a leerlos varias veces. Normalmente en cada lectura me quedo enganchada en una idea que dispara mi divagación.
Formulado este principio invariable, voy a hacer un comentario "a mi manera". Un par de pensamientos que me surgieron al leer la entrada. Primero, coincido con Pamuk y son pocos los libros que de verdad nos enamoran
Ahora bien, nuestras lecturas son como nuestras vivencias. Todas nos conforman como personas -las buenas y las malas; las que nos gusta recordar y las que preferimos olvidar. (Creo que me estoy saliendo del tema)

Lo de las puntuaciones de los libros suelen ser bastante limitadoras. Me sucede lo mismo con el sistema de valoración en El RETO-

En cuanto a las portadas, hace unos días fui a recoger un libro que había encargado para regalar- Señora de Rojo sobre Fondo Gris. Cuando lo vi me sorprendí; la editorial cambió la portada que ahora es una imagen del cuadro que da nombre al libro (se trata de un retrato de la mujer de Delibes=).
Me gustaba más la portada de mi libro, quizás por la costumbre. ¿Qué le parecerá al receptor del libro?

Seguiré en otro momento, aún tengo que divagar sobre aNobii y leer los apuntes autistas.
¡Hasta entonces!

Anónimo dijo...

Querido R.:

como siempre, tu entrada maravillosa y los comentarios no se quedan atrás...

Yo no he tenido tantos libros como Pamuk, pero en alguna ocasión ante la imposibilidad de acomodar tanto libro me deshice de una buena cantidad de ellos donándolos. Los tenía en cajas en donde daba clases de yoga y los alumnos eran invitados a llevarse los que quisieran. Me quedé por tanto, con aquellos libros que consideraba imprescindibles (en palabras de este autor, con aquellos que me habían hecho "sumergir el alma en su interior" :-) ).

¡Que guapo el gato posándo con el libro del gato con botas! ya me lo imagino con las botas puestas, que no salen en la foto por el libro precisamente...jajaja

Yo me inscribí en aNobii y debo confesar que no he subido libros porque no me ha dado tiempo, a diferencia tuya que leo has dedicado bastante tiempo a tu librería virtual. A ver si me aplico...

Me gustaron mucho las nueve notas de las portadas de los libros...

Y por último debo confesar que he comprado libros que ya tenía, sólo porque han sido reeditados y la nueva portada me parece más bonita...lo dicho, lo mío es adicción...

Saludos a todos,
Ale.

R. dijo...

Lammermoor: ¿Un puntero en forma de michi? Caray, no lo tenía como uno de los síntomas del síndrome post vacacional, jeje ='.'=

Pues en ningún momento te has salido del tema, ya que además de densos, mis posts son... llamémosle pluritemáticos. Yo creo que en algún instersticio de la memoria se encuentran aquellos libros que hemos alejado de nosotros, pero que en su momento leímos. Como tú dices, nos conforman como personas.

Tengo que darle una chequeada al RETO que más de uno está siguiendo. Yo tengo mis retos particulares; por ejemplo leerme cada año las novelas ganadoras del Premio Alfaguara, entre otras excentricidades, je.

Si se lo pides, estoy segurísimo de que el afortunado receptor del libro de Delibes, no sólo te va a dar su opinión sincera acerca del contenido del libro sino también de la cubierta. Me tinca, además, que si le comentas tu preferencia por la portada antigua, no va a ir a google para ver una y otra, con el fin de que no se le malogre la sorpresa. :)

Ah, y por favor, si se te quedó por comentarnos algo más, esta es tu casa, pasa cuando gustes. ;)

Ale: Yo de lo único que me he deshecho y que contenga hojas es de revistas. Me ha provocado matricularme en tus clases de yoga, a ver si la próxima me tocan en suerte algunos libritos. :D

Lamentablemente en la foto no se pueden apreciar las botas de Aryel, que muy bien le advinaste puestas. Quizá en otra ocasión pueda lucirlas, a pesar de que le forman juanetes. ='.'=

Yo ya no creo que vuelva a subir así, compulsivamente, más títulos a aNobii. Me pasas la voz si lo haces.

Entendemos tu adicción y muchos la compartimos. ;)

Se me cuidan,
R.

T dijo...

No me lo imagino a Aryel con botas, debe estar muy incómodo el pobre...
Es cierto que se aprende a amar las portadas, tal vez a primera vista no te gustaron, pero luego de leer el libro, de rozar sus páginas, de apoderarse de sus grafías, se le va queriendo de a pocos.
Pero también hay libros q te cautivan por sus portadas o por sus ilustraciones, como el caso de tu cuento -q yo vi primero, jiji-.
Qué alegría leer tantos comentarios diversos de personas q disfrutan realmente de los libros.
Saludos, querido R

R. dijo...

Hola T!

Tanto tiempo sin leerte por acá. Me parece que te animó a escribir, encontrarte con la foto del libro que vimos casi a la vez, y del que encontramos un único ejemplar. :(

¿Qué te puedo decir acerca de los amigos que pasan por aquí y que no puedo dejar de visitar sus blogs, sin hallarme corto de palabras? De momento que te animes a conocerlos!

Cuídate,
R.

Alexia dijo...

Excelente post R. No recuerdo haber comprado un libro atraída exclusivamente por su portada (si lo he hecho impulsada por algún título curioso o gracioso sin tener idea de qué iba) pero sí me ha pasado lo contrario, que una portada me resultara repulsiva y me hiciera seguir de largo.

Me han parecido preciosas las palabras de Pamuk, como casi todo lo que él escribe, tenía que decirlo.

Hermoso gatito. Con el mío tenemos una lucha de poderes por mi sillón. Está viejo, desgastado y medio roto (el sillón) pero se ve que así nos gusta a los dos.

Saludos sureños R, salud y paz para vos.
Alexia

R. dijo...

¡Hola y bienvenida, Alexia!

Qué gusto tenerte por acá comentando. Yo creo que muy a mi pesar he adquirido libros de cubiertas poco artísticas y de un innegable mal gusto, llevado por su contenido.

Ya te imagino en el futuro disfrutando con la lectura de Otros colores, de Pamuk.

Sí pues, los gatos le agarran manía a ciertas superficies a la hora de afilarse las uñas hasta ensañarse. Mientras a Aryel no se le ocurra mancillar mis libros, todo bien.

Gracias por la visita!
Saludos,
R.

Azote ortográfico dijo...

Preciosa entrada la tuya. No suelo ser de las que caen en comprar un libro sólo por la portada... pero algo así me pasó con Tokio Blues de Murakami. Me embrujó de tal manera que me lo tuve que llevar, y parece que no me falló la intuición entonces.

No sé si entre Homo Libris y yo reuniremos tantos libros como Pamuk, pero estoy segurísima de que nos será prácticamente imposible deshacernos de ninguno.

Y, por cierto, me duele y me encanta ver a Aryel a partes iguales, porque es clavadito (no imaginas hasta qué punto) al que fuera mi primer gato, Mino, que hubo de ser sacrificado por una intoxicación con Cucal. :( Aunque estamos encantados con los dos ejemplares de Felix libris que tenemos ahora (Obi-wan y Lupi), no pasa un solo día sin que me acuerde de Mino, sobre todo teniendo en cuenta que el carácter de Obi es tremendamente parecido al suyo.

Un saludo.

R. dijo...

¡Hola Azote ortográfico¡ ¡Bienvenida a Fenixcidio!

A mí me gustó bastante la portada de After dark del Círculo de Lectores, que nos mostró Homo libris en su blog.

Te cuento que yo dejé pasar bastante tiempo hasta volver a tener otro michi conmigo, a pesar de que me fascinan los gatos. El destino de Aryel era otro hogar, pero terminé quedándomelo.

Creo que de alguna manera el carácter de Mino se ha reencarnado en tu Obi, a quien, por cierto, hasta ahora no lo he visto en fotos, sólo a Lupi. ='.'=

Saludos,
R.

Azote ortográfico dijo...

¡Uy, qué va, en el blog de Homo libris salen los dos!

Éste es Obi: http://1.bp.blogspot.com/_z7_ye5C-vcw/So2mj9tmQBI/AAAAAAAAArQ/NzJrCU6Xe4E/s1600-h/P8200011.JPG

Y éste es Lupi:
http://4.bp.blogspot.com/_z7_ye5C-vcw/Sj4ZuqUlsPI/AAAAAAAAAjc/CPn2Fawj-DI/s1600-h/Lupi_MuñozMolina.JPG

Lupi también es "de segunda mano"... o de enésima, vaya usted a saber. Yo siempre digo que era, como dice la copla, "como la falsa monea/que de mano en mano va/y ninguno se la quea". Pero al final encontró donde quedarse. Y nosotros encantados.

Un saludo.

R. dijo...

¡Qué ciego que soy!

Como te dije, el destino de Aryel (de 2 meses y medio cuando nos presentaron) era otro hogar, pero me dio pena saber que le esperaba un viaje de 7 horas en bus; además, el pobre e indefenso animalillo se me durmió en el pecho, lo cual me conquistó. Al final no me quedó otra alternativa que raptarlo, jeje.

Saludos,
R.

Anónimo dijo...

Mira, casi me muero de la risa, entré aquí porque ví en el blog de loquemeahorro que habías actualizado, bueno, al entrar, a pesar de que actualizo, sigo viendo el post anterior y entonces me doy cuenta de que tengo un gatico de puntro y no sólo eso, en la esquina superior izquierda hay otro gatico que cuando le haces click te sigue por toda la página, que maravilla, acabo de comprar un dominio y estoy luchando a ver como adapto el blog allí y quiero hacer cosas lindas y me encuentro con ésto, jaja.

Azote ortográfico dijo...

Yo también entré como loca a ver la nueva entrada, porque tenía ganitas de ver a Aryel, y me sigue mostrando la anterior. :(

El puntero también nos trae locos a Homo libris y a servidora, doy fe.

Anónimo dijo...

Pues sigo sin poder leer el último post, actualizo y actualizo y nada, ¿que pasará?.

Anónimo dijo...

Hoy me he detenido en tu COLUMNA DERECHA...¡cómo he encontrado cosas buenas! ¿cómo has encontrado esas fotos de escritores con gatos? ¡Hasta Hemingway me pareció ver en el slider! ¡Y las caricaturas! Fui a los calendarios y a todas partes. Ojalá todos tengan tiempo para registrarla completa, ¡se los recomiendo!
Felicidades.
AD

R. dijo...

Estodevivir, Azote ortográfico y AD:

Mis disculpas a todos. El post fantasma fue redireccionado aquí. Además, algunas fotos de escritores con sus gatos o gatos con sus escritores pueden apreciarse mejor en mi otro blog.

Otras direcciones:

http://webneko.net/ (michis como el de la parte superior)

http://www.totallyfreecursors.com/ (gran variedad de cursores)

Saludos,
R. ='.'=

Homo libris dijo...

¡Muy buenas, R.!

Je, je, me pasó lo mismo con la entrada, y no pude verla hasta ahora. ¡Las fotos son geniales! ¡Me encanta cómo las has recogido, los títulos que tienen son TAN perfectos! Por cierto, Lupi y Obi te agradecen la deferencia de buscarles un huequito junto a Aryel ;)

Saludos.

Anónimo dijo...

Ya está! Enlazado al blog!!!
Gracias por aclarar!!!

Eva dijo...

Un post larguísimo en el que no sé por donde empezar:
hablaré de las portadas: la verdad es que no te creas que me suelo fijar mucho en ellas, voy más bien al libro en cuestión. Pero hay ocasiones, como la trilogía Milenium, que es que aborrezco las portadas que se han hecho para las ediciones españolas, quizás por eso entre otras cosas, aún no he leído ninguno.
Yo también estoy apuntada en la galería anobii, me parece fascinante. Sólo he metido los libros que he leído este año, pero es bueno saber que puedo bajarme la lista, con fechas de compra, lectura, valoración... incluído.
Un saludo

Richard dijo...

¡Hola R.! Muchas gracias por otra entrada muy interesante. Compré una novela de Pamuk hace varios meses sin leerla hasta ahora, lo cual demuestra que siempre es más facil conseguir libros que despedirse de ellos. No tengo mucho más que decir salvo que tu blog se está convertiendo en uno de mis favoritos: siempre es un gran placer pasar por acá. ¡Saludos!

R. dijo...

Eva: Bueno, queda la opción extrema de tapar las portadas que consideramos horrorosas, siempre y cuando el contenido del libro lo valga.

(La verdad es que me estaba acordando cuando forraba, camuflaba, novelas y libros de cuentos como si fueran textos escolares para poder leerlos en clase, jeje.)

Voy a buscar tu estantería virtual en aNobii para darle un vistazo. ;)

Richard: ¡Gracias por pasar y comentar! ¡Nos seguimos leyendo!

Saludos a todos,
R.

Eva dijo...

Mi nombre en aNobii es simplemente Eva ¿y el tuyo? lo digo por buscarlo yo también.
Un saludo

R. dijo...

Eva: No sé cómo encontrar tu nick en aNobii. :/
Puedes ingresar a mi estantería desde aquí.
Saludos,
R.