Un libro puede sernos esquivo por distintas razones. Sin duda el factor monetario es gravitante si no determinante (bolsillo esquivo): en ese momento, o durante todo el mes, año, década, no cuentas con el efectivo suficiente o el precio por ese ejemplar de segunda mano te parece excesivo. Generalmente es demasiado tarde cuando tu condición económica es desahogada, o ya te decidiste por ese único ejemplar en varios kilómetros a la redonda aunque con yaya. El limitado stock de muchos libros que se importan hace lo suyo. La indecisión, también. Será por eso que desde fines del 2007 a ojos de terceros parecería que me he dedicado a acumular libros que aún no leo. Prefiero pecar de ser demasiado previsor antes que por omisión. En lo que va del año he podido conseguir algunos libros que me fueron esquivos durante mucho tiempo o cuya búsqueda amenazaba con prolongarse. Entre los unos y los otros suman cinco, y son:

Negra espalda del tiempo

El primer libro de Javier Marías que leí me lo obsequiaron en febrero de hace varios años. Era un ejemplar de segunda muy bien conservado de su novela Corazón tan blanco (un archiconocido blogger confesó para un test literario televisivo que este libro le cambió la vida; a tanto no llegó en mi caso) que devoré en el acto, y me gustó tanto que decidí seguir leyendo al escritor español, esta vez por mi cuenta. A esa primera feliz lectura le siguieron otras del mismo autor, entre novelas, libros de cuentos y ensayos disfruté de Mañana en la batalla piensa en mí, Todas las almas, Los dominios del lobo, Mientras ellas duermen, Cuando fui inmortal, Vidas escritas y otras más. Pero había una novela esquiva a mi bolsillo: Negra espalda del tiempo, inubicable en Amazonas, Quilca y en la cómoda edición de Punto de Lectura. No recuerdo muy bien el precio que me dijeron cuando pregunté en librerías y algunas ferias por la edición de Alfaguara. No debía haber bajado de los 60 soles. Pasaron algunos años y ya me podía dar el lujo de pagar ese precio, previo regateo si se daba el caso, pero el libro se esfumó de mi vista. Tiempo después vi una nueva oportunidad de compra en un nuevo formato: la editorial DeBolsillo había reeditado la mayoría de libros de Javier Marías y el titulo que buscaba se encontraba disponible a granel (punto en contra), pero mi interés ya no era el mismo o se desvanecía a la hora de pagar los 47 soles que los utilizaba para otros fines. El aplazamiento amenazaba con ser eterno, los peros me salían al encuentro (que no me gustaba la portada, que el tipo de papel, etc.), si este año no me hubiera propuesto lo contrario.


Un día caserita 3 de Quilca me pregunta si no me interesaba un libro de Javier Marías. Casi le digo que salvo el último perteneciente a la trilogía Tu rostro mañana, ninguno, pero me interesé en el título que me iba a decir ya que no lo tenía a la vista. Caserita 3 se hizo un trabalenguas, alguna palabra completa alcancé a oír y armé la frase regalona: Negra espalda del tiempo! Sí, ese mismo, ¿me lo traía? Pero claro que por supuesto que desde luego que sí. Salió de su stand, regreso de su otro stand con el libro esquivo y lo puso en mis manos. Disimulé todo lo que pude mi entusiasmo, el cual se vio algo menguado cuando vi que el libro tenía ciertas marcas de humedad que caserita 3 se apresuró a considerar a la hora de darme el precio final (algunos soles menos debido a algún gesto mío). Puse en mi balanza mental los 47 soles de la edición DeBolsillo (nuevo) contra los 28 de Alfaguara que se me ofrecía (¿con manchitas de humedad ya dije?). Terminó por decidirme el que caserita 3 me dijera que tenerlo se iba a ver bien en mi biblioteca, porque así no más no se consigue esa edición. ¿Acepta dólares?, fue mi respuesta. Como estaba de paso, tuve que apelar a mi bolsillo secreto ya que sólo tenía 10 soles en moneda nacional. Tenía un billete de 50 cocos devaluables que para caserita 3 era demasiado por ser muy temprano, así que le dije que ya volvía, que iba a cambiarlo. Camino a Ocoña recibí una llamada a mi celular y tuve que parar el primer taxi. A la semana volví a Quilca y el libro ya no estaba.

A la subsiguiente semana otra vez me topo con otro ejemplar de Negra espalda del tiempo en un stand x. Precio: 18 soles. Condiciones del libro, no de las mejores: parecía rescatado de un naufragio. Lo rechacé. Una semana después, como quien no quiere la cosa, me acerqué al lugar del crimen y el libro había desaparecido. Hasta que el sábado último, como quien no quiere la cosa, y ya que estábamos cerca, insto a P. a que del Parque de La Muralla me acompañe donde los libreros de Amazonas, con nulas expectativas porque ahora más se dedican a vender textos escolares, y efectivamente, la chiquillada proliferaba pero oh, maravilla, no sólo encuentro La casa amarilla de Carlos Renfigo a 15 soles (inhallable en librerías y stands quilcosos; excelentes referencias de la lectura de los recuentos de fin de año), sino también el libro de Javier Marías, intacto, a 24 soles, lo agarro, lo veo, lo huelo, P. me mira con desconfianza, como si fuera un marciano, vulgo chup, derritiéndose ante el calor que dimana el objeto que atrae su atención, y yo que trato de resumirle esta historia de vuelta al paradero pero no me alcanza el tiempo, de todas maneras ya tengo un tema a desarrollar en este blog.

Otros libros esquivos:

Kafka en la orilla de Haruki Murakami. Caserita 1 sólo pudo conseguirme 3 títulos de este escritor japonés: Tokio Blues, Sputnik, mi amor y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Lo conseguí en la Casa verde de San Isidro, luego de un periplo agitado. Era el único ejemplar disponible.

El Palacio de la Luna de Paul Auster. Lo encontré en la librería Época de Miraflores, a la que casi nunca entro. Es el décimo séptimo libro del escritor estadounidense que adquiero y estoy por terminar de leer (interrumpí la lectura de Tokio Blues porque los atrabiliarios, opacos y atractivamente grises personajes femeninos de Murakami se parecían mucho a la realidad). Novela esquiva hasta hace poco, y que representaba un desafío tenerla ya que todas las reseñas, solapas y entrevistas a Auster la mencionan como la mejor de su producción literaria. Creo que exageran.

Trilogía de la memoria de Sergio Pitol. Una reedición 3 en 1 de los libros de memorias del escritor mexicano (El arte de la fuga, El viaje y El mago de Viena). Me enteré de su existencia por la sección de libros de la revista Somos de El Comercio. Un lunes pregunté infructuosamente por teléfono a 4 librerías si la tenían. De casualidad ese mismo día en la noche entro a una página web peruana dedicada a la venta de libros por Internet y veo que ese y el último libro de cuentos de Enrique Vila-Matas, Exploradores del abismo, los ofrecían en venta (entrega a domicilio). Hago mi pedido doble y a esperar las 24 horas convenidas. Al día siguiente me informan que el libro de Vila-Matas está fuera de stock. Me siento estafado. Sé que exagero. El miércoles ante el no envío del libro de Pitol, decido buscarlo personalmente por librerías, pero nada. En cambio encuentro la novela de Auster que me faltaba. Me tranquilizo. La noche del jueves recibo mi único pedido y las disculpas del caso por la demora.

A continuación la foto de rigor que me estará recordando que tengo que leer mis otrora libros equivos sí o sí. Ya veré cómo le hago.



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